La provocación de Gleiwitz

La provocación de Gleiwitz fue una operación de propaganda planeada para dar una excusa que justificase la invasión de Polonia por parte de Alemania en el inicio de la Segunda Guerra Mundial

Nos tenemos que remontar al año 1934, cuando Polonia firma un pacto de no agresión con Alemania. Tras varios años de tensión en las relaciones entre los dos países, el 26 de enero de ese año, el ministro de Asuntos Exteriores alemán Konstantin Von Neurath y el embajador de Polonia Józef Lipski firman un pacto de no agresión en Berlin que ha de tener una duración de 10 años. Este pacto les hizo creer a los polacos que podían tener una relación menos tensa con Alemania: Pensaban que Hitler apartaba su mirada del país, contento con un pacto que avalaba su pretendida política pacifista y que acallaba las críticas que había recibido en ese sentido. De hecho, el acuerdo firmado recoge  en uno de sus párrafos que «Si surgieren disputas entre ellos y no se alcanzase un acuerdo entre ellos mediante negociación bilateral, buscarán para cada caso particular y por mutuo acuerdo métodos pacíficos alternativos, sin renunciar a la posibilidad de utilizar si fuese necesario aquellos procedimientos establecidos por otros acuerdos entre las partes. En ninguna circunstancia, sin embargo, recurrirán al uso de la fuerza para lograr la resolución de tales desacuerdos.»

Reunión entre Von Neurath, Jozef Beck y Jozef Lipsk en Berlín, 1935

Fuente de la fotografía: pid.gov.pl

Pero Hitler tenía otros planes pensados para Polonia en un futuro. Había una herida que no había cicatrizado y que le tenía obsesionado: Tras la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial, se firma el Tratado de Versalles, un tratado de paz que recoge las sanciones que los ganadores imponen a los vencidos. Uno de esos acuerdos es la creación de una ciudad estado llamada Danzig el 10 de julio de 1920. En virtud del mismo, este territorio deja de pertenecer a Alemania y es ofrecido a Polonia en régimen de protectorado, obteniendo y explotando la gestión de su puerto, uno de los más importantes en la zona del Báltico. Tras el Anschluss con Austria y la crisis de los Sudetes en 1938, le llega el turno a Polonia. En octubre de ese año, Alemania solicita la devolución de Danzig y Polonia se niega a satisfacer la demanda de Hitler. Al año siguiente, y tras haber firmado un pacto de no agresión con Rusia, Hitler toma la determinación final para la invasión de Polonia. Ahora, solo necesita tener una excusa para poder iniciar las hostilidades puesto que el pacto firmado en 1934 se lo impide. Ahí es cuando la nace la llamada Provocación de Gleiwitz.

La Provocación de Gleiwitz

La Provocación de Gleiwitz es un plan diseñado para hace creer a la opinión mundial que tropas polacas han cometido un acto de guerra contra Alemania. Reinhard Heydrich (más adelante víctima de la llamada Operación Antropoide) había ideado que un grupo de soldados alemanes vestidos con uniforme del Ejército Polaco, tomaran por unos minutos una estación de radio que se encontraba en la localidad de Gleiwitz y que soltaran una proclama en idioma polaco contra Alemania. Paralelamente se realizarían ataques contra la Inspección Forestal (en el bosque de Pitschen) y la aduana de Hochlinden por grupos de soldados al mando del Oberfürer SS Otto Rasch y el Obersturmbannführer Ottfried Hellwig respectivamente. Para dar más realismo a la acción se había dispuesto que prisioneros de algún campo de concentración fueran ejecutados mediante una inyección letal y que sus cuerpos fueran vestidos con uniformes alemanes para dejarlos en el lugar de la acción. El Oberführer SS Heinrich Müller sería el encargado de suministrar los cadáveres. La idea era crear la impresión de que se estaban cometiendo varios actos coordinados contra Alemania a lo largo de la frontera con Polonia. A principios de agosto de 1939, Himmler y Heydrich proponen este plan a Hitler para su aprobación. Tras dar luz verde, se inician los preparativos: Heydrich pone al frente a Alfred Naujocks, un Sturmbannführer de las SS al que ya conocía previamente. Tras recibir las órdenes de desplazarse a Gleiwitz y esperar el momento de actuar, Naujocks selecciona a 5 hombres de su unidad y parte hacia su destino, dividiendo a sus hombres en dos grupos y alojándose en el Hotel Haus Oberschlesien, en donde espera el momento de entrar en acción.

Alfred Naujocks y Reinhard Heydrich

Fuente de la fotografía: blariw.deviantart.com

Mientras tanto en Berlín se suceden diferentes reuniones entre Heydrich y los oficiales encargados de realizar las acciones de los grupos de asalto. El 17 de agosto, Hitler ordena al Almirante Canaris que entregue 250 uniformes polacos a Heinz Host, jefe del SD exterior, quien a la vez los envía a una escuela que tenía el SD en la localidad de Bernau, en donde ya se encuentran entrenando los soldados seleccionados. El 22 de agosto, Heydrich recibe un aviso desde Bernau  indicando que todo está en orden para iniciar la misión, y al día siguiente  Hitler fija como inicio de la guerra el día 26 de agosto a las 4:30h, aunque un incidente hace posponer esta fecha: La tarde del 25 de agosto, el embajador Italiano transmite a la Cancillería la decisión de Mussolini de no apoyar la misión, y por si fuera poco, Londres firma un pacto de asistencia mutua con Polonia. Estos hechos hacen vacilar a Hitler, quien ordena detener las acciones para ganar tiempo. Todos los grupos reciben la orden de cancelar sus misiones aunque los hombres que tenían que realizar el ataque contra la aduana de Hochlinden confunden la consigna dada por el Oberfhürer SS Herbert Mehlhorn, quien debía coordinar a las tropas defensoras y las atacantes para evitar que sucediese lo que pasó: Los hombres de Hellwig abrieron fuego contra las tropas alemanas que defendían la aduana y se entabla un combate que es detenido por Heinrich Müller. Tras este incidente, Heydrich decide relevar tanto a Mehlhorn como a Hellwig, mientras se designa una nueva fecha. Tuvieron que esperar poco: Hitler da la orden de iniciar las hostilidades el día 1 de septiembre a las 4:45h. El 31 de agosto, Heydrich se pone en contacto telefónico con Naujocks y le da la clave para iniciar la operación: “La abuela ha muerto”. Naujocks reúne a sus hombres y se dirige hacia la estación de radio a las 19:45 h. para ocuparla. Entran en el edificio sobre las 20:00 h., reducen al personal que había en aquellos momentos y tras encerrarlos en el sótano localizan un micrófono por el que salen en antena: Naujocks lee su discurso en Polaco, interrumpido de vez en cuando por el sonido ambiental de disparos que querían dar más veracidad al incidente. Cuando abandonan el edificio, dejan en la puerta uno de los cuerpos suministrador por Müller. El engaño está servido.

Estación de radio de Gleiwitz

Fuente de la fotografía: bigg.hu

Al día siguiente, la prensa alemana informa del incidente de la estación de radio de Gleiwitz y lo califica de delito atroz. Se hace eco también de varios incidentes fronterizos en los que el Ejército Alemán ha tenido que rechazar ataques por parte de guerrilleros polacos. Hitler realiza un discurso en el Reichstag el día 1 de septiembre en el que asegura que la noche anterior se habían producido varios incidentes fronterizos. Entretanto, las tropas alemanas ya habían iniciado su ofensiva sobre Polonia y se había cruzado la frontera. La Segunda Guerra Mundial ha comenzado.

Tropas alemanas cruzan la frontera con Polonia

Fuente de la fotografía: Bundesarchive

Paralelamente a esta operación, el primer ataque militar que se produjo contra Polonia fue una operación aérea cuyo objetivo fueron los puentes de Tczew, realizada 5 minutos antes que el ataque a la Fortaleza de Westerplatte, considerada por muchos historiadores como la primera acción militar realizada en la Segunda Guerra Mundial.

El pasado 01 de septiembre de 2015 narramos un resumen de esta anécdota en el programa Tarda de Radio, en el que colaboramos asiduamente. Podéis escucharla accediendo a este enlace.

El 24 de enero de 2017, el periodista Manuel P. Villatoro utiliza esta entrada como fuente (entre otras) para escribir un artículo en el periódico ABC.

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