Pilotos canadienses y las coles de bruselas

Servir como tripulante de un bombardero durante la Segunda Guerra Mundial tenía muchos más inconvenientes que ventajas. Pero si a este hecho se le sumaba el hacerlo en la Royal Canadian Air Force, entonces el tema se complica. Cuando los tripulantes canadienses volvían de sus misiones, muchos de ellos sufrían fuertes dolores abdominales. Un grupo de médicos que se dedicó a estudiar este fenómeno, llegó a la conclusión de que el motivo era que los bruscos descensos a los que en ocasiones eran sometidos los aparatos, provocaban una acumulación de gases en el abdomen de pilotos, navegantes, operadores de radio o artilleros, que al no poder eliminarlos de forma natural, se concentraban causando unas intensas punzadas. La solución para el problema llegó en forma de dieta: Ésta fue modificada para incluir grandes cantidades de coles de bruselas y repollos, con el objetivo de provocar que los gases se eliminasen de forma natural. Edward Cooke, un piloto de bombarderos Halifax recuerda como un oficial médico les apremiaba a deshacerse de los gases antes de iniciar el descenso para no sufrir dolores, y Robert Kirkpatrick, piloto de de Havilland Mosquito indicaba que la dieta de coles de bruselas había ocasionado muchas molestias en su escuadrón, ya que la cabina de los mosquitos no estaba ventilada, excepto por un pequeño orificio que había al lado del piloto que se utilizaba para desempañar el parabrisas, siendo claramente insuficiente para regenerar la atmósfera del interior de la cabina.

Cartel de la RCAF

Fuente de la fotografía: pinterest.com

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