La radio Volksempfänger

La propaganda era la base sobre la que se sustentaba el régimen alemán y uno de los medios que más difundía su ideología (a parte de los periódicos) era la Volksempfänger. Este aparato de radio fue creado por Otto Griessing, un ingeniero perteneciente a la empresa Seibt que recibió el encargo de manos del Joseph Goebbels, el  omnipotente ministro de propaganda. Goebbels era consciente que los discursos de Hitler debían llegar a todos los hogares, ya que aunque las asistencias a los mítines eran espectaculares, la palabra de Hitler, junto a su fotografía, debía entrar en todas las casas alemanas. Para ello se creó este transistor con un coste de 76 marcos en su primera versión (parte de los cuales estaba subvencionada por el propio ministerio) y de 35 marcos en la más barata. El primer receptor salió al mercado como modelo VE301 (Volksempfänger 301 – Radio del pueblo 301. El 301 era la fecha en que Hitler asumió el poder 30/1 – 30 de enero). La presentación del producto fue en el 18 de agosto de 1933 en la Feria Internacional de la Radio de Berlín y tuvo una gran aceptación ya que se llegaron a vender unas 100.000 unidades.

Volksempfänger

Fuente de la fotografía: pinterest.com

La versión más económica era la DKE38 y para este modelo y con el paso del tiempo, la gente se vengó de los dirigentes nazis conociéndola coloquialmente como «Goebbelsschnauze“ (el hocico de Goebbels). En ella solamente se sintonizaban emisoras locales, ya que en el dial no existían marcas para las emisoras internacionales y tampoco podían recepcionar onda corta, aunque se podía trampear utilizando antenas especiales, pero esto era jugarse el tipo porque si te pillaban infringiendo esta norma podías llegar a pagar con penas de trabajos forzados o incluso con tu vida el sintonizar emisoras europeas, lo que era considerado como “un crimen contra la seguridad nacional y contra nuestro pueblo”.

Un comentario en «La radio Volksempfänger»

  • el febrero 5, 2016 a las 4:44 pm
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    El aparato tiene un aspecto precioso, lástima que solo sirviera para este fin, seguramente si te cazaban escuchando la BBC te caía la pena capital.

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